18 Sept 2008

Caperucita


Hoy he aprendido a no retener a la gente. A dejar que se vayan aunque eso no te haga feliz. A sentir el amargo sabor del adiós en los labios. Y según dicen, eso es de valientes.
En realidad, valiente o no, me siento caperucita sin migas de pan engañada por el lobo llamado consequencias que me lleva hacia un camino donde no hay florecitas para recoger. Solo sentimientos que sembrar.